La luz es el elemento primario para poder captar la forma, color, tonalidad e intensidad de un objeto definido por el color refractado, del segmento, del espectro óptico que constituye la luz blanca (luz blanca = a la sumatoria de todos tonos lumínicos de color y oscuridad total = a la ausencia general de los colores lumínicos en ella) así dejando ingresar, en el objeto, el resto de la gama tonal constituida por la luz blanca se refracta, en él, el color que finalmente percibimos.
El amanecer suele ser de una tonalidad amarillenta en su inicio cuando el sol remonta las nubes del horizonte, conforme esté va ascendiendo se incrementa la intensidad tonal las cuales capto en esta toma matinal que vario su ubicación dentro del encuadre respecto al cuadrante del tercio inferior o superior en que lo posesiono.
Las líneas de transmisión de la energía eléctrica que abastece la gran Lima, me permite definir el inicio del atardecer con el poniente, al girar 180° sobre mi ubicación, para presenciar el cambio radical en la tonalidad de la continuidad del paisaje.
Conforme se oculta el sol en el occidente, éste cubre el techo de nubes con una gama de tonos fríos (cyan, violáceo) preludiando el ocaso y conforme se aproxima al filo del horizonte, éste se aviva en tonos cálidos (rojo, amarillo) para luego perderse en el crepúsculo.
Fenómenos
atmosféricos