El pasado viernes 24 de agosto, La capital amaneció con su característica llovizna limeña, chispeo muy fino y menudo cual roció matinal que nos refrescaba el rostro a quienes avanzábamos a paso lento por la calzada humedecida. Son Moléculas muy diminutas de agua, que al caer sobre la carrocería del auto se condensan en gotitas muy finas, las que logro retratar en toda su magnitud.
El prolongado tiempo que estuve parado en el frío húmedo reinante, hizo que bajara la mirada y es cuando logro observar las emanaciones salientes del tubo de escape al estar el motor encendido. Oportunidad que no desaprovecho en fotografiar ambos temas como un ensayo fotográfico.
Fenómenos
atmosféricos
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