jueves, 9 de julio de 2009

A quien madruga, la luz no siempre le ayuda

“No por mucho madrugar, amanece más temprano”

Los amaneceres son fuente de contraste de temperatura que influye en el color, que cambia en fracción de segundo los matices que proyectan los primeros rayos del alba que va modulando el paisaje, conforme va asomándose en el horizonte el astro Sol.


Estos cambios afectan constantemente la lectura de la medición de la luz, a veces equivocados y uno tiene que determinar el cálculo del diafragma y la exposición requerida, para que esa gama de tonalidades visualizada, queden registradas por la cámara.

Durante una visita laboral a la ciudad de Huaraz, fui cautivado por su hermoso amanecer de tonalidades que van del rojizo al amarillento, moldeándose la cima de sus nevados, entre ellos el Huascarán; registrando una serie de fotos captadas desde la ventana de la habitación de un céntrico hotel huarasino donde me alojaba.

Programe la cámara con baja sensibilidad y una exposición lenta que me permitía un diafragma cerrado, obteniendo como resultado una toma sub expuesta. Efectúe tres tomas de ensayo utilizando el dial de compensación de exposición en +1, +1.5, +2 respectivamente para cada toma, consiguiendo mejor saturación de tonos con +1.5.


Lo mismo ocurre cuando al tomar paisajes lejanos la bruma del ambiente, altera los valores obtenidos por el fotómetro de la cámara.

Temas referido al departamento de Ancash:


Fenómenos atmosféricos

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