martes, 21 de julio de 2009

Orador y espectadores.

Tomar una foto del ponente ante un público expectante, requiere de un conocimiento del lugar y la planificación meditada de lo que quiero conseguir en ella.


Tengo que buscar un ángulo que me permita una visión en “V” o una “L” ladeada, respecto a las filas de los espectadores que asisten al evento; y que éstas se intercalen para evitar que se tapen entre sí.

No cortar a las personas sentados en ambos extremos laterales de la foto, ya que se crea un punto de fuga para el que observa la imagen final.



La toma debo efectuarla en ángulo semi picada para obtener una visión limpia de los asistentes, respecto al expositor; de preferencia el uso del teleobjetivo, creando sensación de acercamiento entre las filas y el ponente.


Evitar que los calvos y canosos estén ubicados en la última hilera con relación al borde inferior; éstos jalan la vista del que ve la foto restando interés del ponente que es al que debo de resaltar.


Debo ubicar al orador en el tercio superior derecho, orientada su mirada al lado izquierdo y que su expresión facial armonice con la expresión corporal (postura del cuerpo respecto a la gesticulación de los brazos y manos).

La experiencia me indica que puedo lograr los mismos resultados del lado derecho, de la toma frontal y del lado izquierdo. Se logra con una cuidadosa ubicación de la cámara y la paciente espera de conseguir que el relator dirija su mirada donde uno lo ha previsto. Mi agudeza visual evitara captar si cierra sus ojos o que salga con la boca cerrada, de allí es bueno estar atentos para escuchar lo que esta diciendo, sobre todo cuando uno se encuentra lejos.

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