Antes de iniciar cualquier recorrido turístico por
la ciudad Mistiana, que bien cae un rico desayuno arequipeño, nada menos que en
el centro de abasto más antiguo de esta ciudad que desde temprano espera a sus
parroquianos con las puertas abiertas, la misma que abrió un seis de enero de
1881, a cielo abierto y cincuenta siete años después, coincidiendo con el día
del trabajo (el primero de mayo de 1938) inauguró su actual infraestructura, me
refiero al Mercado de San Camilo que acido declarado Patrimonio Histórico en
1987. Por mi parte les recomiendo en los puestos de jugo, tomarse un surtido
especial arequipeño, hecho con frutas de la zona, algarrobina, huevo, leche y
el contenido de una botella chica de cerveza Malta, con eso uno tienen energía
para rato.
Para llegar, ver, conocer y visitar los lugares turísticos
colindantes a la ciudad de Arequipa, en un tiempo razonablemente rápido, uno puede
tomar uno de los city tours que parten próximo al entorno a la Plaza de Armas de
esta ciudad, con ómnibus de dos pisos que desde el nivel superior permite realizar
las tomas fotográficas que uno estime captar dentro de los majestuosos paisaje que
uno observa en el entorno paisajista de las campiñas arequipeñas.
Mundo Alpaca
Situado en la calle San Lázaro 101, en el Cercado de
la ciudad blanca, entrando por calle Santa Catalina (cuyo sentido del tránsito
es de bajada) este local dista cinco cuadras del centro histórico de la ciudad.
A primera vista se notan los tonos terracota (color similar al barro o arcilla)
con que se han pintado las fachadas, decorando alegremente con Hortensias los
jardines que engalana el frontis del inmueble.
En su patio interno se sitúa el pequeño corral en el que se puede apreciar ejemplares de llamas y alpacas, con que los se puede interactuar retratándolas o fotografiarse con el fondo de estos auquénidos andinos.
Llama
Alpacas
En la habitación contigua se almacenan la lana esquilado de estos auquénidos, la misma que es clasificada por su calidad y color de su fibra que luego ha de ser teñidas y tratada para su posterior transformación en las prendas de vestir.
En la habitación colindante se aprecia vasijas de barro con los pigmentos y luego son cocinados en un fogón artesanal, al frete de ello están dos mujeres del altiplano peruano vestidas con su indumentaria autóctona que demuestran su destreza en el arte ancestral en el manejo de los telares andinos.
Mirador de
Yanahuara
Desde su época Colonial el sector oriente de la
plaza que bordea la meseta donde se encuentra ubicado, se le destino al “Mirador de Yanahuara” que por su
esplendida vista se domina el panorama de sus majestuosos nevados, la andenería
de Chilina que contrasta con el verdor de su campiña. En el año 1972, se construyeron
los actuales arcos que son la admiración de propios y extraños con los que se enmarca
esta esplendida vista. La arquería consta de dos arcos grandes de vistosa
cornisa, situados a la entrada de la plaza; uno en la Cuesta del Ángel, que
sostiene un arco pequeño que da salida a una senda y el otro da a la Cuesta de
los Olivos y estos se encuentran fusionados por siete arcos más. En cada uno de estos arcos fue labrado
en bajo relieve versos escritos por Alberto Guillén, Percy Gibson, Francisco
Mostajo, Benito Bonifáz, Jorge Polar, Belisario Calle, César Atahualpa
Rodríguez, Alberto Hidalgo y José Luis Bustamante y Rivero. Varios de ellos
nacidos en la villa de Yanahuara.
A Yanahuara se le conoció en un comienzo como Chimba
que quiere decir la otra orilla del río, y abarcaba desde Cayma hasta Tiabaya;
posteriormente se llamó San Juan Bautista de Chimba, por ser este su santo
patrón, consecutivamente tomó el nombre de Yanahuara cuyo significado es calzón
negro, pues los nativos Yanauara eran los más representativos de este pueblo. Fue declarada como Villa el ocho de noviembre
de 1870, junto a Tiabaya, son los distritos más antiguos legalmente creados en
Arequipa. Ha tenido y tiene importante posición respecto a la Blanca ciudad, en
ella vivieron personajes de renombre regional, nacional e internacional con
pensamientos ideológicos tracendieron en el tiempo.
“Vaga junto al fogón de la ramada el alma popular
que fue señera que si supo llorar junto a la amada; supo morir también en la
trinchera” (Alberto Ballón Landa)
“Que el pueblo que defiende en derecho lleva un muro
invencible en cada pecho” (Benito Bonifaz)
“Yo quiero ser humilde como tu pueblo mío y volver
cansado del trabajo cuando se hunde la luz” (Belisario Calle)
“Ciudad con Filosofía de semilla, pues donde cae un
desacierto brota enseguida una revolución” (Alberto Hidalgo)
“Aquí se hicieron cañones de metal de las campanas
para encauzar los desbordes de lavas republicanas” (César Atahualpa Rodríguez)
Próximo al mirador se ubica la centenaria Iglesia de
Yanahuara baluarte representativo del arte regional mestizo, construida con
sillar en 1750, de fachada barroca y sobrio interior.
Mirador
de Carmen Alto
En el margen derecho de la cuenca del río Chili, de
agradable clima, ubicado a cuatro kilómetros
al norte de la metrópoli arequipeña encontramos un tradicional pueblo de
calles calmosas con hermosas andenerías construidas con muros de piedra de
apariencia escalona enclavada en terrazas dentro de las laderas que conforma la
quebrada. Los andenes datan de la época pre inca en la que se estableció los
Yarabayas. De allí también nacen los ramales que han de irrigar los terrenos de
cultivo del distrito de Cayma del cual pertenece y el distrito de
Yanahuara.
Como su nombre lo indica, el mirador de Carmen Alto es un remanso de paz que nos embelesa con su privilegiada vista de los apus o montañas sagradas y del imponente Misti el que contrasta con lo azul de su cielo.
El nombre de este distrito se debe a que en tiempo
de los españoles, transportaban por este valle la hermosa imagen de la Virgen
de la Candelaria que hoy es venerada en Cayma, la cual tenía como destino final
la ciudad imperial del Cuzco. Los nativos encargado de llevarla luego del
merecido descanso, trataron de emprender su marcha con la pesada caja la que contenía esta
sagrada imagen, asiendo denodados esfuerzos por subirlo en sus hombros, se volvió
muy pesada, oyendo desde su interior de la caja una voz que le dijo en quechua
“caiman” en castellano expresa “aquí no más”, nombre que se le dio a este distrito.
El Keko, personaje místico de la buena suerte
Palacio de
Goyeneche
Una de las construcciones civiles más conocidas y
turística de Arequipa. Ubicada entre las calles de la Merced y Palacio Viejo,
solar que figuraba en su primitiva traza urbana antes de la fundación de
Arequipa.
Construida en 1558 por el arquitecto Gaspar Báes
(siglo XVIII) sobre la ruina de un antiguo palacete, dañóse su estructura en el
terremoto de 1782 y fue adquirido por Juan de Goyeneche, quien lo restauró como
su residencia familiar. Años después, el Arzobispo Goyeneche vive en ella,
Obispo de Arequipa desde 1818 quien en 1837 encomienda a Lucas Poblete la
misión de reconstruir la casona, la cual queda terminada en 1840. El Obispo
Goyeneche lo habito hasta 1858 en que pasó a ser Arzobispo de Lima y Primado de
Lima.
Desde su adquisición y remodelación del palacio por
los Goyeneche, la edificación tuvo dos plantas, amplios patios. Su portada
posee un balcón que ocupa todo el frente con barandillas de hierro forjado. Ya
en el siglo XX este palacio pasó al Banco Central de Reserva del Perú, a quien
le pertenece en la actualidad, tras su reinauguración del 19 de diciembre de
1979.
La Mansión del
Fundador
Situada a unos veinte minutos de la ciudad Blanca,
construida en una pequeña elevación que se tiene una amplia vista del valle de
socabaya. Su historia se remonta a la ocupación española en el Perú, tierra que
le fuera asignada al fundador de la ciudad de Arequipa, Don Manuel García de
Carbajal quien inicio su construcción.
Águila y Llamas en la mansión del Fundador
Mansión del Fundador
Andenes de Paucarpata
Vista de retorno a la ciudad Blanca
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