miércoles, 9 de marzo de 2011

El Metro de Santiago de Chile

Los santiaguinos usan el tren subterráneo en reiteradas oportunidades, para trasladarse,  durante el día a través de las cinco líneas que ofrece el Metro de Santiago, que cuenta con 108 estaciones a lo largo de los 103 km de su red vial, las que recorren gran parte de la capital de Chile y que es administrado por la empresa de capitales estatales Metro S.A., transportando alrededor de 2.300.000 pasajeros a lo largo del día.
En las diversas oportunidades que hice uso de este transporte capté estas imágenes que ahora les comparto para darles con ellas una narrativa visual de la interrelación del metro con los usuarios.
La recarga de la tarjeta de embarque permite acceder al interior de cualquier estación del metro en donde hay que respetar en todo momento las normas de seguridad dispuesta por la administración,  la cual  nos impide sobrepasar la línea amarilla visible en el piso, señalizada en toda la zona de embarque.





Como en toda unidad de transporte masivo, es preferencial la salida de los que llegan; de manera ordenada por el costado de las puertas se ha de ingresa al coche, sin afectar la salida de los primeros, dentro de un tiempo determinado. En hora punta, estas unidades se saturan de público que trata de desplazarse a sus lugares de estudio o centros laborales.








Estaciones como La Moneda cuenta con salas de exhibición donde uno puede apreciar la exposición puesta en turno.


Conforme se fueron inaugurando las distintas líneas, el interior de sus unidades que lo revisten se adecuó a los modelos vigentes de la época, de allí los distintos decorados y distribuciones en el interior del coche acoplado.






Las estaciones subterráneas cuentan con mecanismo de ventilación que en breves periodos de tiempo vaporiza agua para refrescar a los usuarios que lidian con el sofocante calor estival que inunda la estación a la cual hace referencia la toma.








Se puede transitar por estaciones subterráneas, terrestres ó elevadas según la conveniencia del usuario.









El metro en convenio con las redes de buses de acercamiento ofrecen una tarifa única dentro de un margen de tiempo, que es de una hora, que permite viajar en él y proseguir luego en uno de los buses con el mismo ticket de entrada al metro. Nótese en los buses que estos cuentan con lectora de tarjeta de embarque (dispositivo automático amarillo) donde uno al pasarla lee su tiempo realizándose a la par el cobro por el uso de los servicios; en caso de haberse excedido se efectúa el cobro del importe por dicho tramo. El conductor sólo se limita a conducir la unidad y recoger a los pasajeros en ruta. No repara si el pasajero cuenta con crédito o no para el uso del transporte.









He aquí una pequeña reseña histórica del Metro de Santiago.
La idea de construir el Metro de la ciudad de Santiago se remonta a 1944 y empezó a concretarse en la década de 1960, con la apertura de la licitación internacional para desarrollar de un sistema de transporte urbano. El 24 de octubre de 1968, el gobierno de Eduardo Frei Montalva aprobaría el proyecto del consorcio franco-chileno BCEOM SOFRETU CADE, en el que se proponía la creación de cinco líneas. El 29 de mayo de 1969 empezarían las obras para la construcción de la primera línea, que uniría el Barrio Cívico y el sector de Barrancas.

El 15 de septiembre de 1975 se inauguró La Línea 1, identificada por el color rojo y recorre la ciudad de este a oeste, que empieza en la estación San Pablo y finaliza en la estación Los Dominicos, en sus 20 kilómetros de recorrido por sus 27 estaciones, tardándose 29,7 minutos. Es la línea más empleada por los santiaguinos, con un 49% del total de viajes en su recorrido, al recorrer el eje económico y comercial de la ciudad.
En marzo de 1978 entró en servicio la Línea 2, Identificada por el color amarillo, recorriendo la ciudad de Santiago de norte a sur, comprende 22 estaciones a lo largo de 20,6 kilómetros, en 34,2 minutos. El 3 de marzo de 1985, un terremoto asoló gran parte del Valle Central chileno y los fondos destinados a la construcción de la extensión de la Línea 2 fueron consignados a cubrir los costos de la reconstrucción de la ciudad. El 8 de septiembre de 2004 el Metro marcaría un nuevo hito al cruzar de forma subterránea el río Mapocho para poder transitar desde la estación La Cisterna a la estación Vespucio Norte. Tiene un carácter más residencial, conectando los barrios habitacionales del norte y centro-sur de la ciudad con el centro de ésta. En octubre de 2009 fue puesto en marcha un sistema de servicios expresos en las horas puntas. Este sistema funciona en la mañana entre las 6:00 y 9:00 horas, y en la tarde entre las 18:00 y 21:00 horas en el sentido Vespucio Norte - La Cisterna y viceversa. Consta de dos tipos de trenes, los de la "ruta verde" y la "ruta roja", los cuales se detienen intercaladamente entre las estaciones, a excepción de siete estaciones de detención comunes.
La Línea 4 es la cuarta línea inaugurada el 30 de noviembre de 2005 de la red del Metro de Santiago; se inicia en la estación Tobalaba, que sirve de combinación con la Línea 1 y a futuro con la Línea 6. Identificada con el color azul marino, comprende un total de 23 estaciones y 24,7 kilómetros de extensión, su recorrido completo desde la estación Tobalaba  a la estación Plaza del Puente Alto trascurre en 40 minutos. De la estación Vicuña Mackenna, surge el ramal de La Línea 4A. En agosto de 2007 fue puesto en marcha un sistema de servicios expresos durante la mañana con el fin de mejorar el servicio entre Puente Alto y Tobalaba. Este sistema está habilitado entre las 6:00 y las 9:00 en el sentido Tobalaba-Puente Alto y viceversa (La Línea 4) y también consta de dos tipos de trenes: los de la "ruta verde" y de la "ruta roja" se detienen intercaladamente entre las estaciones a excepción de ocho estaciones de detención comunes, ahorrando aproximadamente 10 minutos de viaje.

La Línea 4A es un ramal de la Línea 4, inaugurado el 16 de agosto de 2006. Identificada con el color celeste, con sólo seis estaciones en su extensión de 7,7 kilómetros que se tarda 12 minutos en recorrerlo, es la línea más corta de la Red y se inicia en la estación Vicuña Mackenna y finaliza en la estación La Cisterna, que sirve de combinación con La Línea 2.

La Línea 5 es la tercera línea inaugurada y que apertura su servicio el 5 de abril de 1997. La línea, identificada con el color verde, cuenta con una extensión de 30 kilómetros y un total de 30 estaciones, siendo la más larga de la red, El recorrido desde el poniente se inicia en la estación Plaza de Maipú para luego finalizar en Vicente Valdés, que sirve de combinación con La Línea 4. Sirve para conectar a los sectores residenciales de la zona poniente y suroriente de la capital con el centro de Santiago. A sus alrededores, sin embargo, han surgido algunos núcleos comerciales (principalmente cerca del Mall Plaza Vespucio). El 16% de los viajes totales de la red se realizaban a lo largo de esta línea.



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