En la esquina que conforman el cruce de los jirones Lampa con Ucayali (cercado de Lima), se
ubica el museo del Banco Central de Reserva del Perú, en cuyo sótano uno puede apreciar
la muestra arqueológica de huacos que vislumbran el desarrollo alcanzado por
las principales culturas peruanas. En ellas uno advierte variedad de técnicas
hecho diseño-arte del proceso histórico que caracterizó cada periodo cultural
de las distintas civilizaciones que florecieron en nuestra tierra patria y que
hoy nos expresan su acervó cultural característico de su entorno de su época, cual
mudo testimonio ancestral de su pasado.
Consultado los custodios que resguardan nuestro legado
histórico, si es permitido fotografiar estas obras de arte de incalculable
valor, me dieron su conformidad solo sin uso del flash y dado que me encontraba
de paso por el lugar, recurro a la cámara del celular. Fijo el equipo al vidrio
de las vitrinas y manipulando el mando de su programa para captar fotos, realizó
el encuadre compositivo requerido para cada imagen fotografiada que acompaña el
presente texto.
Cultura Vicús
Sus principales restos de su cultura se encuentran
en la región de Piura, en tumbas ubicadas en las faldas del cerro Vicús, de
donde le proviene el nombre. Las representaciones son muy naturales y
realistas, En ellas resulta característica las figuras humanas con nariz
prominente, brazos muy delgados y alargados, ojos abultados trabajados con un
tajo a manera de grano de café.
Los cerámicos Vicús son de muy variadas formas:
botellas con asa estribo y gollete alto y recto; otros llevan un asa achatada
tipo cinta y gollete corto y, existe también con asa canasta.
Hay piezas de doble cuerpo unidas por un tubo
comunicante y asa puente cinta. La mayoría de estas piezas tienen uno de los
cuerpos escultórico y el otro es una botella simple. Por lo general, en el
interior del cuerpo escultórico se encuentra un elaborado sistema de circulación
de aire y una serie de orificio que permiten su salida, con lo que producen
sonidos agudos y penetrantes. Estos cerámicos son conocidos como “silbadores”.
Si bien sus formas son algo simple, lograron mejorar
el acabado con decoración geométrica. Es en los cerámicos Vicús donde se
encuentran los más claros exponentes de la pintura negativa. Técnica que
consiste en dibujar en la superficie del cerámico, antes de su cocción, una
serie de círculos u otros diseños que son cubiertos con barbotina o arcilla muy
liquida. El horneado de las piezas se hace en horno cerrado de tal manera que
no sólo se cocina la arcilla, sino que el humo negrea la pieza. Al retirarla
del horno, se le desprende la barbotina y el objeto queda de dos colores;
rojizo en las partes que fueron cubiertas y negruzco la parte que tuvieron
contacto con el humo.
A través de las representaciones en los cerámicos y
de la cantidad de armas de metal, descubrimos que la guerra desempeña un rol
importante en la vida diaria de los pobladores Vicús.
Los Vicús fueron grandes orfebres, dominaron
diversas técnicas para fundir y trabajar los metales. La aleación de oro y
cobre llamada “Tumbaga” sirvió para la fabricación de armas de gran dureza y apariencia
dorada.
Cultura Mochica
Se desarrolló en los valles de Chicama, Moche y Virú
200 años a.C. Son características de Moche las representaciones naturales y
realistas de animales y personajes. En cuanto a la pintura, destacaron en las
representaciones de actividades encontrándose imágenes de carreras, danzas,
cacerías, combates, prisioneros, escenas de pesca en balsas, recolección de
frutos, ofrendas, sacrificios o castigos y entierros. En cuanto al arte de los
metales conocieron el laminado batido, alambrado, soldado y vaciado del oro,
plata y cobre; así como sus aleaciones.
Todas las piezas de cerámicas son de base planas,
asa estribo y gollete recto, fueron hechas con molde y cocidas en horno abierto.
La decoración es siempre ocre sobre crema resaltando lo escultórico y los
bajorrelieves. La cerámica se divide en 5 fases:
Moche I representaciones zoomorfas
y antropomorfas naturales y realistas. Las Piezas son pequeñas, usa asa
estribo, gollete alto y con reborde. Decoración ocre sobre engobe crema que
cubre toda la pieza incluyendo la base.
Moche II similar a la anterior, la
cerámica aumenta de tamaño, el asa estribo se adelgaza, el gollete se hace más
alto y el reborde disminuye; en la decoración aumenta las líneas gruesas con
parte llenas.
Moche III aparece el llamado Huaco
Retrato, las botellas son más grandes, el asa estribo alta y delgada, el
gollete pierde el reborde; las botellas
combinan los elementos escultóricos con el cuerpo semiesférico, el
dibujo es realizado en ocre sobre crema y ya no cubre la base de la pieza.
Moche IV se mezclan las
representaciones antropomorfas y zoomorfas, aparecen con mayor frecuencia
escenas de ceremonias, la cerámica aumenta de tamaño y el asa estribo se
aligera adelgazándose y creciendo, el gollete es recto con ligero bisel hacia
adentro. Aparecen los grandes platos con bordes explayados. El dibujo se
realiza con línea fina y pocas áreas llenas.
Moche V desaparecen las representaciones
naturalistas y proliferan escenas de ceremonias, pesca, combates y entierros.
Las botellas se hacen menos escultóricas, no hay retratos, el asa estribo toma
perfil más trapezoidal y el gollete se angosta hacia arriba.
Se caracterizan por su estratificación social, como
testimonio de esto quedan importantes templos piramidales como el del Sol y la
Luna en Trujillo. Su agricultura mejoró notablemente con el incremento de
plantas cultivables y se usó guano como abono natural.
Cultura Paracas
Floreció en el sector de la península de Paracas
unos 700 años a.C., destacó por su singular manufactura cerámica y los diseños
de sus tejidos. Se le divide en dos períodos, por los patrones de
enterramiento. La primera fase llamada “Paracas Cavernas”, tumbas colectivas
excavadas en forma de caverna. La segunda es “Paracas Necrópolis”, donde los
fardos funerarios fueron emplazados directamente en la tierra.
La cerámica de Paracas asume parte de la influencia
Chavín, de forma simple, monocroma, a veces con pintura blanca, negra, aplicada
pos cocción, se descubren matices amarillos y rojos con diseños geométricos,
estilizaciones felínicas y ornitomorfas.
Las botellas se caracterizan por tener dos picos
rectos unidos por una asa puente, en ocasiones un pico es reemplaza por una
cabeza de ave, zoomorfa o antropomorfacon cuerpo de botella.
La textilería sobresalió por los elaborados mantos
hechos tanto en algodón como en lana de auquénido, sobre estos tejidos se bordó
con armonioso tonos multicolores. Se crearon diseños estilizados de animales,
seres antropomorfos y variedad de dibujos geométricos.
Cultura Chavín
Su centro de desarrollo se localiza en la zona
andina del departamento de Ancash, que mantuvo un período de influencia desde
el 1,500 al 300 a.C. Chavín de Huantar, lugar donde tuvo su eje, como centro
ceremonial de gran relevancia, de donde parte los nuevos patrones de vida y
organización de nuevas experiencias vinculadas a los asentamientos humanos y al
desarrollo de actividades como agricultura, ganadería, metalurgia y el
incipiente arte textil.
Su cerámica es de apariencia globular, hecho a mano
con arcilla muy fina, donde definieron formas y golletes rectos con asa tipo
estribo. Ceramios de color negro o gris, decorados con incisiones y figuras en
relieve que mostraban atributos humanos, combinados con elementos felinos.
Diseños vinculados a sustento religioso.
Cultura Chimú
Floreció entre los siglos XII y XV de nuestra era y
destaca en el panorama arqueológico peruano por su alto nivel de desarrollo
urbano que alcanzó y por la habilidad con que supo trabajar los metales.
El foco central de esta cultura fue la ciudad de
Chan Chan, ubicada en la costa norte y construida sobre una superficie de 18 KM
cuadrados con anchas avenidas, recintos amurallados y nueve palacios que lucen
hasta hoy en día, vistosos y artísticos alto relieves trabajados en barro, en
los que destacan figuras de aves, peces y otros animales estilizados así como
variedad de diseños geométricos. Chanchan es conocida como la ciudad de barro
más grande del mundo. La cerámica Chimú es predominantemente negra; fue trabajada
con molde, producida en serie y adornada con incisiones y relieves con motivos
geométricos. En el cuerpo de sus cántaros o vasijas representaron figuras de
gran plasticidad. El rasgo más característico es el recipiente esférico, coronado
por asa estribo de corte anguloso y que lleva, con frecuencia, un monito u otro
pequeño motivo en la base del gollete. En el caso de ceramios de dos cuerpos,
sólo uno de ellos tiene representación escultórica.
Los Chimú fueron excelentes orfebres, trabajaron
oro, plata y cobre realizando elaborados procedimientos para la aleación de los
mismos. Dominaron las técnicas del repujado, soldado, laminado, martillado,
etc. La variedad y calidad de sus ornamentos, motivó la admiración de los
Incas, quienes llevaron orfebres Chimú a trabajar al Cusco.
En cuanto al arte del trabajo textil, la cultura
Chimú nos ha legado admirables ejemplos de tejidos en algodón y lana para los
que usaron variedad de tintes naturales y diseños similares a los que plasmaron
en sus construcciones arquitectónicas.
Cultura Nasca
Se desarrollo en el actual departamento de Ica al
sur de Lima en el año 200 a.C. Su área de desarrollo comprendió los valles de
Chincha, Pisco, Ica y Nasca.
Los Nasca sustentaron su economía en actividades
como el comercio, la agricultura y la pesca. Destacaron como pintores
ceramistas, tejedores, urbanistas y astrónomos. Son ellos quienes elaboraron
las famosas líneas de Nasca que se conoce con el nombre del gran Calendario,
ubicadas entre Palpa y Nasca en la pampa de Socos.
Construyeron notables obras hidráulicas, como
acueductos subterráneos, canales de irrigación y reservorios que se conservan y
utilizan hasta hoy.
La cerámica Nasca pasó por tres etapas: en la
primera los motivos favoritos fueron los inspirados en la naturaleza, los
hicieron en forma realista representando animales y vegetales. La etapa
intermedia se caracterizo por tener motivos abstractos dejándose de representar
elementos de la naturaleza. La etapa tardía multiplica los motivos abstractos,
logrando complicados dibujos, teniendo especial cuidado de pintar toda la
superficie. A esta aparente necesidad de llenar de dibujo toda una superficie
se ha llamado “Horror al vacío”. Emplearon hasta once colores. La decoración de
la cerámica está inspirada en los tejidos, otros son geométricos y mitológicos.
La forma más característica es el cántaro semiglobular de dos picos unidos por
un asa puente; también confeccionaron tazas, ollas y vasos.
Trabajaron metales como el oro y el cobre para hacer
narigueras, pectorales y adornos. Los restos arquitectónicos más importantes
son el centro ceremonial de Cahuachi y La Estaquería.
Cultura Inca
Tuvo como centro la ciudad del Cusco. La gran
expansión Inca comienza con la conquista de Cajamarca y del reino Chimú. Los
Incas se consolidaron como imperio en el territorio comprendido entre Junín y
el Lago Titicaca en la sierra central y sur. Cajamarca y el reino Chimú,
alcanzando Pasto por el Norte y el río Maule por el sur, teniendo como límite
oriental los Andes y la selva.
Aprovechando los conocimientos que durante milenios
habían adquirido culturas anteriores, el gobierno de los Incas obtuvo con su
extraordinaria organización la construcción de acequias, canales, andenes,
caminos, tambos y depósitos, así como el aumento y mejor aprovechamiento de la
producción agrícola, destinado todo esto a obtener un buen nivel de vida.
En cerámica
la forma más característica es la botella o aríbalo de cuerpo ovoide, gollete
con la boca abocinada, base cónica, asa en el cuerpo y orejas en el borde del
gollete.
En el territorio del reino Chimú, persiste el asa
estribo, pero con gollete expandido y de color negro por la cocción en horno
cerrado.
Toda la decoración es de mucha abstracción y
simplificación, llegando a dibujos casi geométricos, mostrando a veces plantas,
serpientes y aves.
El arte textil, en todas las técnicas conocidas
hasta el momento, muestra la mismas decoración que la cerámica, pero hecha con
más rigor y uniformidad.
En los objetos de metal, es notable la influencia
Chimú pero con una decoración repujada y simplificada.
Los muros del Cusco, el templo de Coricancha, la
ciudadela de Ollantaytambo y Macchupicchu así como la fortaleza de
Sacsayhuamán, son obras maestras de arquitectura. Vilcashuamán, Huánuco Viejo,
Huaytará, Tambo Colorado y la fortaleza de Paramonga son otros ejemplos.
Cultura Chancay
La Cultura Chancay surgió entre los siglos XI y XV y
se desarrolló en los valles de Chillón y Chancay. Esta cultura se deriva de la
declinación de Wari. Recibe influencia de Chimú y sin embargo su anexión al
Imperio Inca modificó muy poco sus características culturales.
La cerámica fue hecha con moldes y aplicaciones, se
elaboró con mucha rapidez y en gran número por lo que no siempre estuvo bien cocida
ni bien acabada, se utilizó generalmente el horno abierto. La decoración se
realizó con línea negra sobre engobe blanco en superficie áspera; utilizaron
líneas rectas, zigzag, líneas de triángulos con puntos y todos estos diseños de
inspiración textil usando grandes áreas negras y a veces rojas.
Las formas de su cerámica son: ánforas de cuerpo
ovoide con gollete ancho, bajo y de perfil curvo. Hay también ánforas
antropomorfas en las que el gollete es un tocado; figuras féminas de pie con
cabeza aplastada y los brazos extendidos pero muy cortos, botellas escultóricas
con gollete, botellas de dos cuerpos comunicantes y figuras escultóricas con
gollete cónico muy alto y asa cintada. Existen también vasos altos y platos con
pedestal.
Los Chancay fueron expertos tejedores, sus tejidos
son similares a los de Chimú pero menos rigurosas. Son notables sus gasas
ornamentales con figuras entrelazadas de aves, peces y motivos geométricos. Su
textilería es muy conocida también por su coloridos tapices, brocados, encajes
bordados y tela pintadas.
Los restos arquitectónicos más importantes son los
centros ceremoniales de Pisquillo Chico en Chancay y Zapallón en Chillón. Es votable
la inmensidad de los cementerios de Lauri en Chancay y el de Ancón.
Cultura Wari
Tuvo un área de expansión muy amplia, su ciudad
principal fue Wari en el actual departamento de Ayacucho de allí abarcó los
valles de Nasca, Chillón y Lurín por la costa sur y Jequetepeque y Cajamarca
por la costa norte. Tiene una antigüedad que va desde el 600 d.C. hasta
mediados del siglo XI.
Las formas de la cerámica fueron las botellas de
gollete semi cónico y vertical; vasos y tazas con leves relieves. Se han
encontrado pocos platos, algunas cantimploras y piezas de doble cuerpo de los
que uno es escultórico con gollete ancho y bajo. Existen también botellas semi
esféricas con dos golletes cónicos y asa puente. Salvo las cantimploras todos
los ceramios son de base plana. Los alfareros utilizaron el horno abierto y
trabajaron la arcilla hasta lograr piezas de paredes gruesas. La decoración se
realizó sobre fondo ocre, rojo, gris o negro y se utilizó el delineado negro o
blanco. Son frecuentes los chevrones, dameros y diseños geométricos,
Representaron a su deidad principal con rasgos antropomorfos y zoomorfos; lleva
colmillos de felino, lacrimales, deidades de penachos de plumas y a veces
cabezas de falcónida y serpientes. La representación de esta deidad está
asociada a la imagen que aparece en la puerta del sol de Tiahuanaco a cuya
cultura y desarrollo se encuentra íntimamente ligada Wari.
El pueblo Wari logró un destacable nivel en la
textilería, elaboraron tapices, brocados, doblestela, terciopelos, telas llanas
pintadas y plumarios que se convierten en formas geométricas estilizadas.
En cuanto a la arquitectura se conocen las ciudades
de Piquillacta, Cajamarquilla y Pachacamac con escaleras, rampas,
construcciones de piedra y/o adobe y conjuntos amurallados.
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