lunes, 28 de junio de 2010

Canto Coral a Chan Chan

Debido a la rutina del trabajo y del desarrollo noticioso, quedan a veces de lado temas culturales que complementan y enriquecen la ceremonia o noticia que se ha de cubrir; sobre todo si se está en un área reducida asignada para los reporteros gráficos, redactores y camarógrafos que buscan acomodarse lo mejor posible para obtener un buen registro fotográfico. La tensión y nerviosismo propio del trabajo nos distrae de estos temas, sobre todo cuando se está a la expectativa de las declaraciones de las autoridades allí presentes.



Todo tiene su momento dentro de la fracción del tiempo en donde se dan los hechos y es necesario estar prevenido para registrar el doble reto que se presenta, para de esa manera compartir lo presenciado a través de las imágenes captadas.

La obra escénica “Canto Coral a Chan Chan” posee una fuerza que asocia la temática del texto en el trabajo interpretativo de los actores a la par de los ancestrales instrumentos de viento que echan al aire su quejumbroso sonido como preámbulo al marco de las voces de tenores sopranos y barítono que han de entonar el argumento, con lo que se le confiere mayor realce al recinto histórico que nos cobija.

Escuchar la autoría de la voz del Dr. Cristóbal Campana Delgado, narrando con pincelada histórica el origen de la ciudadela arqueológica Chan Chan, es gratificante, dejando sentir el inmenso cariño que le tiene a nuestra historia ancestral y dejando como legado su trabajo realizado en el lugar.


Yo, yo, yo, yo,… Yo soy en canto rodado que vino desde los cerros en un infierno de barro.


Y así, y así, Canto rodado y arcilla me he detenido en el tiempo parado frente a la mar rasgando el azul del cielo en horizontes de arena.

Dicen las viejas palabras
Y el viento las testifica, Que en las arenas viven sus pasos, Que desde el mar Llegaron amaneciendo.

Nadie sabe como fue ni nadie sabe su cuándo.


Tantos viejos hay atrás, que el viento perdió la cuenta junto al río y al humedal junto al mar y su grandeza.


Se hicieron grandes los viejos Haciendo un mundo de nuevo.


El mar dice ser madre y el mullo hijo del mar y el huachaque también dice ser cuna del barro erguido.Para sembrar en el tiempo la fuerza de su grandeza


Todos dicen que así fue que el barro se fue elevando hasta los mismitos cielos.


Llegaron con Taycanamo desde mares inconfesos y sin nombrar a las olas vinieron desde el silencio

Sólo el tiempo inalterable tiene acunados sus nombres.Entre leyendas y mitos En sueños y caracoles O la arena amanecida guardando pasos y sueños




La sencillez en la imagen captada realza lo dicho, dentro del señorío escénico de la obra presenciada por los guardianes de Chan Chan.

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