lunes, 24 de enero de 2011

El Atardecer

Los veraniegos atardeceres limeños ofrecen un espectáculo multicolor de matiz cambiante que empieza de un cielo cyan (color celeste grisáceo), al magenta (color violacio morado), que al asomar el sol en el horizonte, este lo incendia de un efímero color amarillento rojizo que le da calidez al atardecer.


Para lograr la saturación del color en la toma, ha de cerrar medio o un punto del diafragma en el dial de compensación de exposición, ya que el fotómetro de la toma no lo reconoce como tonos oscuros, si no como gris neutro obligando al mecanismo de la cámara a abrir el diafragma para compensarlo con dicho valor.


Al aparecer el sol en el horizonte no se debe observar a este por el visor de la cámara ya que el conjunto de los elementos óptico que lo integra ha de convertirse en una lupa de aumento que pueda ocasionar dañar en el ojo.



Solo falta estar a la hora indicada, en el lugar acertado, en el instante exacto y con el conocimiento del caso para lograr el resultado deseado.

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