Cada viaje nos abre la posibilidad de experimentar nuevas concepciones de tomas, las que se van suscitando conforme se va pasando por los lugares a recorrer, sólo se tiene que ser perspicaz para saber ubicarse en el lugar adecuado esperar el momento pertinente y con apertura espiritual para descifrar el mensaje eminente que nos expresa el sitio. Ello conlleva a saber responder a los estímulos previstos para conseguir la composición y el encuadre mediático requerido para poder captar en la toma deseada.
En esta oportunidad se me separó el vuelo nocturno a la ciudad de Iquitos, ida y vuelta, para cubrir una actividad laboral asignada, pero está en uno sacarle provecho a la coyuntura del viaje y darlo a conocer a través de las fotos tomadas, del valor turístico que se tiene para cuando ustedes lo visiten.
El ambiente que se vive en los exteriores de la rampa de embarque del aeropuerto Jorge Chávez es único y variado sólo queda echarle una mirada por la ventanilla del avión para redescubrirlo.
Ver Lima de noche es una visión diferente a la acostumbrada y más cuando uno está en acenso entre nubes que te dejan pequeños claros para captar la toma.
Ver Lima de noche es una visión diferente a la acostumbrada y más cuando uno está en acenso entre nubes que te dejan pequeños claros para captar la toma.
Iquitos nos recibe con su encanto nocturno que inspira recrearlo en una toma.
A la mañana siguiente, de nuevo en el aeropuerto Coronel FAP Francisco Secada Vignetta de la ciudad de Iquitos, me inspira el ichu que crece en los exteriores de su instalación portuaria. No escapan del lente de mi cámara las palmeras convertidas en macetero para cobijar los helechos que crecen naturalmente entre su corteza.
Los ambientes internos de sus instalaciones ambientadas con grandes lienzos con motivos místicos de la amazonia peruana.
Mientras se espera la llegada de las personalidades que han de arribar, se pude ejercitar la vista al componer los paisajes entorno a dicha instalación portuaria.
Captar los medios de locomoción usados por los lugareños es toda una experiencia fascinante donde se marca al milímetro al medio locomotor para obturar en el instante preciso que uno estime que esa es la foto.
Nuevamente de noche no dejo escapar esas últimas vistas de la ciudad antes de emprender el viaje de retorno.
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