Transcurrido tres años nueve meses del fatídico 15 de Agosto del 2007, en que el sur chico, fuera sacudida por la mortal onda sísmica que asoló la ciudad de Pisco, todavía puedo apreciar la huella del mudo testimonio que dañara la estructura de sus emblemáticos edificios, como la Municipalidad de la ciudad, hoy deshabitada por los daños estructurales en su interior, notoria es la evidencia en la cúpula de su torre y que no corrió igual suerte su Iglesia matriz la cual se vino abajo matando un gran número de su feligresía y hoy solo es un silente terreno desolado.
Notoria es el registro de las placas estructural de sus veredas en el malecón De San Martín, las que se quebraron y quedaran a distintas alturas por efecto del paso de la onda sísmica a través ella, desplomando los muros de las viviendas que colindan al lugar.
Caso del cerco de la facultad de ingeniería Pesquera y de la construcción de vivienda precaria por moradores que habitan en el terreno de lo que fue su vivienda.
Sus pobladores vienen haciendo demorados esfuerzos por mejorar la infraestructura sanitaria de sus viviendas, para tener una vida más digna.
Llamó mi atención la figura ecuestre de Don José de San Martín en el centro de la plaza principal de Pisco, la que le captara esta toma.
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