La Semana Santa es el tiempo litúrgico, donde se pone de manifiesto la inmensa fe de nuestro pueblo peruano, son días donde los fieles acompañan a Jesús en su Pasión, muerte y resurrección. Como reportero gráfico debo capturar en imágenes lo que acontece en estas fechas como contribución documentada para las futuras generaciones.
Durante toda nuestra existencia hemos participado de ella de uno u otro modo, algunas han variado en el tiempo y otras mantienen la esencia mística de la fe. Hoy en día las comunidades parroquiales reviven estos momentos que vale la pena de ser fotografiado y compartirlo con los demás.
Inició con el “Domingo de Ramos”, donde los tejedores de palmas que se ubican en torno a las iglesias, ofertan su trabajo a los feligreses quienes las adquieren para su posterior bendición durante la celebración litúrgica.
Con palma en mano, ingresan al templo a escuchar el oficio religioso… hay que ser discreto y cauto al componer y tomar las vistas y no distraer la atención de los feligreses y del celebrante… no uso flash en esta ocasión, con una sensibilidad de toma baja, que permita ganar una abertura cerrada, para conseguir buena profundidad de campo, a la par de una velocidad media, para que esta no salga movida… la cámara de bolsillo cumple mejor este cometido, por su discreción en su uso.
Registro uno que otro parroquiano ensimismado en la ceremonia, como del celebrante a cargo del oficio religioso.
En el Jueves Santo o Cena del Señor, el sacerdote en un gesto de humildad al igual que Jesús lava los pies a doce miembros de la comunidad. Mientras se acomodan, estudio posibilidad de ángulos de toma con respecto al espacio disponible, con cautela y discreción me aproximo al punto visualizado. Lo primordial es captar la esencia de la acción del hecho, cuidando que entre las personas que participan no estropeen la composición.
Terminado el oficio, el celebrante cubre el cáliz con la hostia consagrada y la conduce por el pasillo rumbo al monumento donde va a ser expuesto el Santísimo.
Se inicia así, el recorrido de las estaciones por las parroquias, y es allí donde tomo las vistas del acompañamiento de la comunidad al Santísimo.
El Viernes Santo, se celebra el Vía Crucis y la adoración de la cruz recordando que la cruz es el símbolo de nuestra salvación. Terminado el oficio pude fotografiar la devoción de los fieles al pie de Cristo Crucificado.
Debo de indicar que estas tomas las realizo sin la coordinación y autorización de los párrocos, solo me limito a ser un participante más que encuentra un significado del momento vivido en cada ceremonia.
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