En
el extremo sur del país que comprende la región alto andina en la agreste
Cordillera Occidental de los Andes Peruanos, zona sur de la Meseta del Collao que
la denominan localmente "Cordillera del Barroso" (eje volcánico desde
el norte de Chile hasta la Región Arequipa en el Perú), se ubica el distrito de
Cairani provincia de Candarave, en el departamento de Tacna. Entre los 2,300
msnm hasta los 3,500 msnm en los Andes centrales, ubicados en la región
ecológica Quechua (del Quechua Qhichwa, "zona templada"), ecosistema
de ambiente semiárido con precipitaciones fluviales veraniegas que aumentan con
la altura, la que determina la disminución de la temperatura. El relieve es
abrupto y los valles muy estrechos, pero se modificó desde tiempos remotos por
las chacras y los andenes. Los ríos y riachuelos son torrentosos, con aumento
de su caudal en verano. La vegetación herbácea suele ser abundante en épocas de
lluvias, destacando el berro, el aliso, la tola y abundantes cactáceas.
La
cultura tradicional tiene un importante sustrato cultural aimara, es la región
donde se práctica y difunde la zampoña de metal, siendo Cairani uno de los
primeros pueblos donde se rescata este peculiar instrumento formándose
conjuntos musicales en los anexos de Camilaca, Ancocala Calacala, Borogueña, Corahuaya , Ilabaya,
Candarave, Quilahuani, San Pedro de Totora,
posteriormente en la provincia de
Tarata. De la zampoña surgen ritmos propios que son conocidos regionalmente
como "estilo Camilaca o estilo Cairani". Debido a su diferencia
rítmica con las zampoñas de los diversos estilos collavinos. La ejecución de las
zampoñas se conoce localmente como "zampoñada" y se ejecuta en
diversos ritos y ceremonias religioso-costumbristas.
El
origen del siku (zampoña) tiene una antigüedad precerámica. La zampoña de caña
se expandió por toda la región del Collao, Cairani no era ajena a esta
manifestación de música integrando conjuntos de sikuris. En los primeros años
del siglo XX el interés de los jóvenes por interpretar el siku o zampoña era
cada vez más elocuente lo que llevó a un grupo de adolescentes a fabricar
zampoñas de metal. La tarea fue encargada al artesano Toribio Machaca, natural
del anexo de Cala Cala del distrito de Cairani. Machaca confeccionó una tropa o
juego de zampoñas de metal con latas de alcohol proveniente de Bolivia. Tras
varios arreglos se logró la zampoña de metal afinada llamada segunda media o
número 28 entre arcas e iras, maltas o bajos.
El
traje de mujer Candarave o warmi, visten la prenda principal consistente en el
“Anaco”, pieza de dos colores que mide 5 metros por 1.80 de ancho, como especie
de tubo o de forma cilíndrica que cubre
todo el cuerpo y va sujeta en la cintura con
un cinturón o “Wacca” tejida a colores, un camisón de tocuyo con grecas
sin cuello con mangas anchas hechas de la tela de Castilla, y sobre la cabeza,
en forma de mitra va una montera ancha hecha tela rojo y negro, en la mano lleva
una pieza tejida donde lleva la coca o fruta.
El
traje del Anaco de Camilaca.
Una
numerosa delegación de 50 personas, entre niños y adultos, del Conjunto de
Zampoñas 4 de diciembre del progresista distrito de Cairani viajó a Lima donde
el Congreso de la República realizó un reconocimiento por su trayectoria y
constante difusión de nuestra identidad. “Premio a la constante e incansable
difusión de nuestra identidad cultural que viene desarrollando este conjunto
por más de 41 años”. Como parte de este evento cultural se realizó la
transferencia de las zampoñas metálicas a los niños de esta comunidad, acto que
busca representar la transmisión de la herencia sagrada del instrumento musical
que a partir de la fecha serán los nuevos integrantes e intérpretes de los
tradicionales sikus de lata dentro de la música andina en el país y el
extranjero. Este acto es típico en los pueblos de la zona alto andina de Tacna.
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