jueves, 11 de noviembre de 2010

Gastronomia Cajamarquina

La exquisitez y variedad de los potajes con que somos sorprendidos por nuestra gastronomía regional es muy suculenta, sabrosa y apetitosa, por la excelencia de sus carnes, los complementos con se suele acompañar y la manera de cocción de los mismos. En Cajamarca, pude constatar y degustar sus cocidos regionales, captados a través del lente de mi cámara viajera, con la que registro el mejor ángulo de toma que lo resalte o le favorezca rotando el platillo sobre sí aprovechando la iluminación del local.


Chancho al Palo de Jaén

La carne del cerdo es soasada sobre el fuego de la leña encendida, avivada por los jugos que suelta lo que hace que flamee aún más.

Los pedazos de carne cocida son acompañados por porciones de rodajas de papa de la zona y de un plátano asado.






Cecina de Chancho o de Res de Jaén

Ambas carnes fileteadas son puestas sobre un fino enmallado, que está bajo el calor de la leña encendida que lo dora y soasa, siendo volteadas constantemente para una cocción pareja. La Cecina de Chancho o de res suele acompañarse con chifles (Plátano cortado en rodajas muy finas para su posterior fritura), o de tacacho (Amasado de plátano). Vienen con un encebollado y el zumo del limón que lleva un puntito de picante.






El desayuno en el hotel de Jaén consta de un tamal (hecho de maíz), jugo de papaya, café pasado (recién filtrado) y una porción de pan.  Aparte de ello no quise irme sin antes probar la humita salada del lugar.






La piscigranja de Cuyca ofrece  el verdadero sabor de la Tilapia frita, permitiendo al cliente escoger su pescado, la cual es frita a la leña en el fogón de la cocina artesanal.
Un primer plato presenta la Tilapia frita con su lechuga y un encebollado con tomate, acompañado del segundo plato con frijoles del lugar y arroz cosechado del sitio, con un pedacito de yuca.





Cutervo se caracteriza por la calidad y variedad de panes hecho a mano en hornos artesanales calentados con leña del distrito. Puede apreciarse la empanada de pollo, panes de trigo con encimado de azúcar rubia; molde de queso mantecoso para untar; panes dulce y los infaltables kekitos. 






En Cutervo deguste un guiso de frejol con su pedazo de carne, acompañado de una guarnición de arroz con su encebollado.



En el mismo Cajamarca no dejen de degustar en algún restaurant de su Plaza de Armas, sus famosas y bien reconocidas humitas dulces de queso, que es toda una delicia al paladar con su encebollado.



El desayuno cajamarquino lo constituye su humita dulce, su café con leche, queso del lugar y su ración de pan hecho en casa.



Otra delicia es la trucha a la plancha, jugosa, con ensalada de verduras (betarraga, coliflor, zanahoria, tomate, brócoli y palta), suavecita, de muy buen gusto y sabor.




Ya cuando escasea el presupuesto, solo queda castigarse con un bistec a lo pobre, con su huevo, papas y plátano frito, su lonja de tocino y su ración de arroz.





Para el entremés comprarse su bolsa de Chochoca, frejol remojado con pimiento y hierbas del lugar.

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