Gracias a la presencia masiva de más de 12 conjuntos
de Huaylarsh del valle del Mantaro, de la zona sur de Huancayo como: Pucará,
Sapallanga, Huancán, Huayucachi, Viques, Chongos Bajo, Huacarapuquio entre
otros, se realizó en la Lima, en la Plaza Bolívar, el lanzamiento del Carnaval
de la Nación Wanka que es una de las más importantes festividades regionales de
Junín que busca ser una alternativa turística de la zona central del país;
considerada Patrimonio Cultural de la Nación según Resolución Directoral
Nacional N°192/INC-2005.
El Huaylarsh, es una práctica costumbrista del valle
del Mantaro, en los Andes centrales del Perú, que aparece con los primeros
asentamientos humanos en la cuenca del río Mantaro. Es una expresión colectiva
que se desarrolla en los distritos de la provincia de Huancayo, Chupaca y
Concepción en la Región Junín y Tayacaja de la Región Huancavelica. Actualmente
se practica en el país y en otras partes del mundo.
El colectivo social que involucra a los pobladores
de diferentes edades y condiciones sociales de esta parte del país, mantienen
su procesos comunes en lo social, cultural e histórico. Sus actividades
productivas en relación con el medio ambiente se han arraigado en la memoria
colectiva del poblador wanka, manteniendo viva la tradición de sus manifestaciones
culturales a través del Huaylarsh, lo cual le permite reafirmar su identidad
cultural, transmitiéndose generacionalmente, manteniendo viva esta danza típica
de los huancas, a través de la práctica.
La importancia del Huaylarsh en la vida cotidiana
del hombre andino, se da porque está relacionado con el ciclo productivo agrícola
y pastoril. Es decir, que aun en estos contextos, se preserva la relación intrínseca
del trabajo festivo, primero se cumple con la labor agrícola y pastoril,
culminando esta tareas, se da inicio a la fiesta.
De la estructura inicial de una coreografía de
figuras simples y no expresivas, que se dan en los campos agrícolas y
pastoriles, se dio a una estructuración coreográfica que permite desarrollar y
representar las diversas etapas de las actividades: pastoriles, agrícolas o
festivas, permitiendo a los cultures y ejecutantes demostrar todo ese proceso
de otros espacios, es decir en fechas festivas, en el que los espectadores
pueden interpretar lo que se transmite a través de la danza, la cual es
enriquecido con elementos propios de la actividad a representar, como
herramientas, pañuelos y otros según el caso y la modalidad, como puede ser
agrario, festivo y citadino.
Los pasos del Huaylarsh, tienen correlación con
actividades relacionadas a la agricultura, en algunos casos de preparación de
terreno, siembra. deshierbo, cultivo, cosecha y almacenamiento de productos;
actividades hogareñas e imitaciones de las aves del campo, particularmente el
Chihuaco. La vestimenta es otro elemento que ha venido sufriendo cambios, el
que en un inicio fuese de uso cotidiano, fue adecuado por los artesanos a un
aspecto festivo, obteniendo particularidades primorosas, mediante los bordados
y adornos, plasmados en la vestimenta, como en el fustán talqueado (Bordado
multicolor con hilo de estambre) y plumillado (bordado con hilo de seda
blanco), las mantas o llicllas, mangas, chalecos y faja, esencialmente con
motivos inspirados en la naturaleza, como flores coloridas, aves y elementos
sugestivos, además de hechos cotidianos que impresionan al poblador común. Todo
este proceso es necesariamente complementado con el canto y la música, este
caso la orquesta típica, cuyos instrumentos, no propios de nuestra patria, fueron
asumidos como parte de la idiosincrasia de la música wanka; como el saxofón,
clarinete, arpa y violín, que al plasmar temas inspirados en vivencias del
poblador andino, combina los sentimiento y la fuerza, obteniendo un contraste
tradicional de la música del Valle del Mantaro y los Andes Centrales. Es
importante mencionar el aporte que brindaron muchos compositores y músicos,
desde mucho tiempo atrás hasta la actualidad, lo cual permite reafirmar y
fortalecer la naturaleza del poblador y su relación con el entorno.
El sentido de propiciación que asumen los jóvenes (mujeres
y varones), cultores de la danza del Huaylarsh, permiten expresar mediante la
danza en pareja y en comparsa, su afecto y cariño mutuo, el cual se encuentra
directamente relacionada con la fertilidad de la naturaleza, manifestada en la
gran maduración de los productos agrícolas. Se agradece a la Mama Pacha (tierra
madre), la dación de los productos de subsistencia, prueba de ello es que en
esta época las lluvias son copiosas, sin embargo, la población danza el
Huaylarsh, por las calles y plazas sin importarle ello, más por el contrario,
expresan la satisfacción con zapateos y guapidos por la alegría de recibir el
agua (lluvia), elemento vital de la vida, que viene del Hanan Pacha (Mundo de
arriba). Esa expresión de gozo se refleja en el hombre y la mujer de campo,
pues el florecimiento en su plenitud, es el augurio de la buena cosecha, lo que
garantiza el ingreso económico para el sustento del hogar.
Por ser parte de su cotidianidad, la población
espera la llegada de la temporada del Huaylarsh durante todo el año, que se
encuentra dentro del calendario cíclico solar. Semana previa al carnaval, se
organizan familiar o barrialmente para el desarrollo de las festividades del Huaylarsh, integrando a
todos los cultores, familiares, vecinos y pobladores en general, quienes
participan activamente durante todo el proceso. Las personas se organizan en
conjuntos de Huaylarsh, con un tiempo prudencial. Suelen contar sus orquestas
típicas y estructurar sus coreografías correspondientes a cada modalidad, las
cuales son ensayadas con antelación, para su posterior presentación pública.
Por tanto, la colectividad en forma familiar, barrial, comunal e institucional,
juega un papel vital en la preservación y continuidad del Huaylarsh.
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