La sencillez de las formas suelen pasar desapercibidas ante lo rutinario de la vida, es más transitamos ante ellas habitualmente sin percatarnos de su presencia o existencia, persuadidos por el ritmo del acontecer noticioso que inhibe a la imaginación de dar una mirada a nuestro entorno y descubrir en el nuevos puntos de vistas con los cuales se pueda trabajar un tema en función a su forma, color y volumen que le otorga la luminaria del. Es allí que, con cámara en mano, fijo el punto de vista deseado y en torno a él trabajo la composición-encuadre que ayude a destacar los elementos respecto a su entorno para su posterior registró.
Trabajo la proporción de los elementos respecto al área-espacio que ha de ocupar en el tercio del encuadre prefijado y que este se armonice con el entorno y los otros elementos con que he de disponer dentro del concepto-espacio del visor de la cámara. Ello se hace más dificultoso con toma a mano alzada para encontrar el instante-momento entre el inhalar-exhalar que permita establecer la altura visual ideada para toma full encuadre deseado. Ese imperceptivo ángulo que se forma respecto al vaivén propio de la respiración afectará radicalmente en la toma pensada. Solo ser consciente del hecho para estar atento al momento de obturar la cámara.
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