La modernidad alcanzada en los nacientes Camposantos, de las principales ciudades peruanas, han permitido innovar su concepto del paisaje con el entorno urbano, cambiando su extenso terreno en un parque ecológico donde cada uno de los deudos ha de apaciguar su pena dentro del entorno ofrecido que le permite mantener una relación física con su difunto, para su posterior recuerdo con dignidad de este ser querido que anticipo en su partida con nuestro Señor y hoy se le pueda visitar dentro de estos hermosos parajes de áreas verdes del huerto del Señor.
Respetando la privacidad del santo recinto, registro esos instantes eminentes de compenetración con su difunto.
También resalto el decorado de estatuas situadas estratégicamente en las diversas plataformas que conforma el parque cementerio, concediendo el realce debido a este espacio que ofrece una vista maravillosa a quienes visiten este apacible recinto.
“De nuestro antiguo esplendor
sólo me queda una flor
para expresar en ella todo mi amor”
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