sábado, 2 de abril de 2011

Como fotografiar intervenciones orales

Graficar el lenguaje facial del hablante que participa en las intervenciones orales (sean en charla, foros o  conferencias de prensa), no es fácil  y menos cuando no se cuenta con una técnica apropiada para poderlo graficar en la toma fotográfica. La expresividad del hombre que se manifiesta en su intervención oral es todo un reto que requiere de un análisis compositivo bajo los parámetros del encuadre elegido en dicha toma.



Es de vital importancia poder definir mi ubicación, dentro del entorno de los hechos, para así delimitar el accionar del personaje principal en relación al encuadre conceptuado en la composición  destacándolo en su contexto. Para ello debo de cuidar, al mínimo, los detalles en los cuatro lados que se compone el recuadro de la pantalla o visor de la cámara.


En dicho recuadro imaginariamente trazo dos líneas verticales y otras dos líneas horizontales, las cuales se interceptan, dividiéndolo en nueve espacios (tres tercios verticales y tres horizontales). Estas intercepciones se denominan punto de oro que son los puntos a elegir, donde debo ubicar a mi personaje principal en la toma.


Las presentes imágenes son trabajadas respetando la composición original y  las he editado en el preciso instante de conceptuar mi encuadre fotográfico. Como se observará, cuido el no cortara los personajes secundarios en los extremos laterales; de igual forma trabajo el espacio superior y en inferior.
Suelo situar  a mi personaje principal, en primer plano (para que este jale la atención de vuestra mirada).


En los casos donde el espacio físico del escenario me impide desplazarme, he de colocar al personaje principal en la intercesión del tercio superior con el tercio lateral izquierdo, dándole un pequeño espacio, para que este pueda tener un respiro (área adicional al mismo para dirigir la mirada).


De la estatura de uno depende el ángulo de la toma; por ejemplo, a los que somos altos se nos permite componer con un ángulo de toma semi empicada, el cual permiten visualizar los demás rostros que participan en el encuadre.


Por último, soy partidario del empleo del diafragma crítico (lente abierto, o con su máxima abertura f:4) determinando el punto de enfoque sobre el rostro del que está haciendo uso de la palabra.



Sólo me queda esperar el momento preciso en que debo de obturar (accionar el mecanismo de toma) el disparador, el cual lo tengo semi activado (apretado presto para obturar) para congelar el  instante exacto en la toma.

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