De lo diseñado por el arquitecto Claude Sahut, del entonces Parque de la Exposición que a fines de 1926 inició su construcción, por encargo del Presidente Augusto B. Leguía, ubicado en la jurisdicción de Santa Beatriz del cercado de Lima Metropolitana y que lo denominaron “de la Reserva” en honor de las tropas reservistas que defendieron la ciudad de Lima ante la inminente invasión de tropas Chilenas, tras la derrota en batalla de San Juan y Miraflores. El parque fue culminado en 1929, contando con varias esculturas de artistas peruanos en el momento de su inauguración.
Para el año 1969 fue anexado en el estudio “Áreas Recreacionales para Lima Metropolitana realizada por la antigua dependencia de Planeamiento y Desarrollo Urbanos del ministerio de Vivienda. En este estudio conformado por los Parques de la Exposición, Neptuno, La Mar, La Reserva y el Campo de Marte; que se convertirían en los pulmones de la ciudad.
En 1980 el Parque de la Reserva fue declarado Ambiente Urbano Monumental y Patrimonio Histórico de la Nación, calidad que fuera corroborada en 1986. Por esos años se enrejó todo el perímetro debido al mal uso que de él hicieron delincuentes y gente del mal vivir.
En el 2000 fue reabierto luego de ser refaccionado por el alcalde Alberto Andrade Carmona. En el 2006, durante la gestión municipal de Luis Castañeda Lossio se reconstruyó, en el parque, el Circuito Mágico del Agua, un complejo de trece fuentes ornamentales (Fuente Mágica, Fantasía, Ilusión, Cúpula, Tangüis, Armonía, Arco Iris, Túnel, Laberinto, Vida, Tradiciones, deseos y Niños) que fue inaugurado el 26 de Julio de 2007, siendo considerado patrimonio cultural de la nación y marcando un Record Guinness al ser “El complejo de fuentes más grande del mundo en un parque público”
Es en la noche, en la cual se le puede ver y apreciar todo esa recreación armoniosa de formas, color y luces con que se suele cautivar a los presentes en torno de la fuente "Mágica", "Fantasía" e "Ilusiones".
Da gusto ver a la concurrencia formarse en silencioso orden para recorrer y atravesar la fuente “El Túnel”, que con chorros continuos de igual presión forman una serie de arcos de agua por donde han de pasar los concurrentes creándoles una sensación alucinante causada por el movimiento de sus aguas.
Es en la fuente Laberinto donde el público puede interactuar con ella. En su afán por no ser mojados, tanto al entrar como al salir de ella, los visitantes son alcanzados por chorros de agua lanzados de los bordes al centro que repentinamente se elevan en columnas de agua que los cercan y que terminan por mojar a los que las tratan de esquivar.
Por último es la fuente “Las Tradiciones” encargada de recibirnos y despedirnos cuando se llega y concluye el recorrido del circuito mágico del agua. Las fotos las tomé con mi cámara de bolsillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario