lunes, 2 de junio de 2014

Panteón Nacional de los Próceres

Museo Panteón Nacional de los Próceres

La antigua Iglesia del Real Colegio de San Carlos, que fue la antigua capilla del noviciado Jesuita de San Antonio de Abad e inaugurado como Museo Panteón Nacional de los Próceres, el 10 de diciembre de 1924, al cumplirse el primer centenario de las batallas de Ayacucho y Junín. Esta cripta se ubica al costado de la casona de San Marcos (Parque Universitario) y en ella se encuentran los restos mortales de los héroes que combatieron por la Independencia del Perú. Reconstruida en 1746, tras el terremoto que asolo Lima. Este lugar no debe confundirse con el Panteón de los Próceres del cementerio Presbítero Maestro, que acoge a los héroes de la Guerra del Pacifico.

Antes de ingresar vemos con detenimiento la hornacina central de la portada. Una bella estatua femenina hecha en bronce, sostiene en su mano izquierda el escudo peruano, mientras que en su derecha lleva una palma de hojas de laurel. Esta representación de la república del Perú es obra del escultor ancashino Artemio Ocaña Bejarano nacido en 1893, quien embelleció el campo de Marte con su magistral obra del monumento a los caídos en la guerra de 1941. Después de observar su portada y las dos pequeñas torres nos preparamos a conocer su interior. 



Este bello templo jesuita terminado en 1766 nos ha dejado admirables muestras de arte barroco como su altar principal hecho en caoba así como el pulpito construido en el mismo material y considerado como una de las mejores obras de arte rococó en el Perú. Esta admirable creación es obra del jesuita Juan Rher, nacido en Praga en 1691 y nombrado Cosmógrafo mayor por el virrey José Manso de Velasco. Aquí se pueden distinguir una variedad de adornos florales, rostros de angelitos, el símbolo IHS, monograma del nombre de Jesucristo, en el cuerpo central soberbiamente esculpido en la madera y descrito en el capítulo anterior. En el Retablo Mayor de estilo rococó del siglo XVIII, se encuentra la imagen de la Virgen de Loreto y a su lado, Santa Rosa de Lima y San Martin de Porres. En la parte superior vemos a San Antonio de Abad, monje apodado “el ermitaño”.




A ambos lados de la nave transversal o crucero, hay dos grandes vitrales. Una de ellas es la Virgen del Carmen, y el otro gran vitral pertenece a Santa Rosa de Lima.




En el área de la cripta reposan los restos mortales de próceres y precursores de nuestra independencia y cenotafios de algunos de ellos. En el centro de esta se ubica el gran sarcófago blanco del gran mariscal Ramón Castilla. Antes de bajar se puede apreciar el Cristo de Bistolfi, una bella escultura en bronce. 







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