El 18 y 19 de mayo del presente año (2011) se celebró los 190 años de la creación política de la provincia de Huari (palabra quechua que significa "indómito, áspero, gigante, autóctono", en alusión a lo abrupto de las montañas) que es una de las veinte jurisdicciones que conforman el Departamento de Ancash, ubicada a 3.149 msnm en la vertiente oriental de la Cordillera Blanca, a la orilla del río Huaritambo (afluente indirecto del Marañón).
La ancestral danza “Huaridanza” o “Caballeros de Huari”, de toques andaluces o madrileños, de raíz española, instituida en la adoración a Cristo, a la Virgen del Rosario (llamada La Virgen Huarina), cuya fiesta patronal se celebra el 7 de octubre y Santo Domingo de Guzmán, es una danza mestiza y varonil (las mujeres danzantes representan a las collas del inca, que rinden homenaje a la Santísima Virgen del Rosario y le ofrendan sus alabanzas). El cuerpo de baile tiene un caporal y cuatro vasallos. Dos son los músicos que le dan ritmo y la variada melodía que la caracteriza, ellos interpretan las cajas o tinyas para el compás, el pincullo o flautas.
La vestimenta se caracteriza por su colorido y elegancia: sombrero con una corona de flores y montera especial con espejuelos y cintas anchas que cuelgan por el espaldar; finos pañolones de brocado de seda con flecos; camisa, corbata y terno impecable, adornado con pañuelos bordados en primoroso satén y un fajín o cenefa; llevan botas de tela y rodilleras de pana bordadas con hilos de oro que cubren los cascabeles de bronce de cuarenta unidades para cada rodilla, muy sonoros; calzados altos, con un escarpín de pana, prolongación de la bota; llevan guantes blancos y un bastón con cintas, de cabezal de plata y tejido en cuero; en el rostro llevan mascarilla, que representan la figura de un personaje hermoso y distinguido por sus facciones (blanco, ojos azules y bigotes rubios).
La música, que es extraordinariamente bella, por su ritmo y armonía permite el ágil desplazamiento de mozos apuestos que bailan a un compás muy varonil; se inicia la danza con los pasos de andar (paseo) que se torna muy variado en el zapateo, en el arrebato o el jaleo.
Las damas usan una vestimenta muy elegante: coronas de flores multicolores y monterillas; el rostro cubierto con hilos dorados y perlas; usan hermosos pendientes; vestidos de raso elegantes, de color blanco o celeste según los casos; adornos decorados con pana granate; amplios cinturones; una mantilla de seda que cubre la espalda; hombreras con muñecas y cintas de colores.
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