Cualquier actividad cívica es la oportunidad
esperada en el reporterismo gráfico en que se amerita poner en práctica la técnica
de tomas en movimiento y encuadres rápidos o toma fugas. Unos podrán optan por
ráfagas de tomas en que puedan conseguir una toma rescatable, otros basándonos
en la experiencia y la ubicación seleccionamos su mejor ángulo de toma, recomponemos
el encuadre compositivo del mismo y esperamos que se dé ese instante donde personajes
y encuadre armonicen en el visor de la cámara, bajo el agudo ojo clínico de uno,
para estar presto en saber captar la foto, dentro de esa atmósfera sencilla con
que se ha de transmitir un mensaje claro y conciso.
Toda actividad humana amerita graficar la espontaneidad
en el desenvolvimiento de la misma. Es importante mantener distancia para no
vernos involucrarnos en ellas o para no hacer notoria nuestra presencia en el
desempeño de las labores periodísticas. Es como estar y no estar en el lugar mientras
se capta la imagen deseada en un espacio-tiempo. Sólo hay que tener la idea
clara del contexto deseado en la toma para el armado de dicha
composición-encuadre, tal como se muestra en el presente trabajo.
Las exhibiciones caninas no están al margen de este
contexto y es la interacción de escenario, público y canes los que den
satisfacción de la captura de la imagen esperada por ser captada, que a pesar
de estar presente uno se vuelve invisible ante la mirada del público quien ha
de mirar la fotografía.
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