jueves, 29 de abril de 2010

Teatro Municipal

En el lugar que ocupa el Teatro Municipal funcionó inicialmente el Teatro Olimpo, desde 1886 hasta 1919, en que fue demolido para construir el Teatro Forero, que a su vez fuera adquirido por el Consejo Provincial de Lima el 31 de diciembre de 1928, en que cambió de denominación.

Por primera vez abrió sus puertas para que se inspeccionaran los avances logrados por la Municipalidad Metropolitana de Lima, a cargo de los trabajos de restauración del primer escenario cultural de nuestra país, que fue destruido por el incendio que se desató el 2 de agosto de 1988.


A la fecha se trabaja en la restauración de miles de piezas talladas que adornaban los diferentes ambientes del teatro como la Sala de Espectadores, el foyer y el Salón de los Espejos, que nuevamente luce sus molduras, frisos, lámparas y arañas originales y adornos claroscuros, como lucían en sus años de esplendor, así como sus hermosas columnas jónicas y las dos imponentes escaleras imperiales de diseño afrancesado estilo Luis XVI.

Además de haberse recuperado con éxito el cuarzo de la fachada principal, se ha logrado reconstruir exactamente la farola principal de diseño de rosa náutica que pendía sobre la sala de espectadores, así como la ornamentación artística de los palcos y las cariátides ubicadas en el último nivel destinado al paraíso (galería) de espectadores.

Paralelamente, se trabaja en la construcción de una nueva caja escénica con dos hombros que incluyen las instalaciones electromecánicas y electroacústicas, mecánica teatral e iluminación escénica, utilizando tecnología de punta que permitirá en el futuro la escenificación de los más grandes espectáculos del mundo y montar los más exigentes y complicados escenarios.





La Puesta en valor del teatro incluye la construcción de nuevos camerinos y sala de ensayo, aparte del futuro "Paseo de las Artes" que unirá los jirones Ica con Huancavelica y la restauración de una casona de propiedad municipal donde se implementarán las oficinas administrativas del teatro y un nuevo museo para mostrar el proceso de reconstrucción, la historias y la importancia de la actividad teatral y artística del Teatro Municipal.
(Texto: José Vargas Sifuentes)


Tomas con neblina

En la noche del 20 de abril, Lima junto con los distritos colindantes al litoral, enfrentaron la presencia de la primera neblina otoñal que oscureció aún más el cielo limeño, y al observarlo por la ventana no dude en realizar el presente ensayo fotográfico de este fenómeno climatológico, propio de esta estación.


Puesto la cámara de bolsillo en el trípode de mesa lo coloqué en la ventana, logrando captar la presente igamen empleando un ISO 400, V: 1/8 de segundo y F: 5.9, en donde el alumbrado público de la zona le confiere ese misticismo de tono amarillo verdoso.



Para poder registrar más detalles de la misma imagen, varié la sensibilidad a ISO 80 con una exposición de 15 segundos, manteniendo F: 5.9, donde la exposición larga ayudó a que las luces del encuadre registren mejor los detalles de los inmuebles captados.

Cambiando de ubicación, me agradó esta vista en la que mantuve los datos de la primera foto.



Manteniendo el mismo encuadre probé con los mismos tiempos que le dí a la segunda toma, donde las luces de la escena ayudaron a que se graben más los detalles de las edificaciones y los interiores de las mismas.




Desde una tercera ubicación manteniendo la exposición en 15 segundos con f: 5.1 y un ISO 80, me permitió el registro de estos edificios próximos a mi ubicación, donde se aprecian más sus detalles en torno a la noche de neblina.



Empleando el zoom óptico de la cámara pude enmarcar los edificios más distante, los cuales registre con 30 segundos de exposición, f: 5.9 con ISO 80, y por más que intenté mantener quieto el tríode, al empuñarlo el ritmo cardiaco le trasfirió su leve movimiento.



Ya con la noche avanzada y el frío que apremia, registré la viste de este parque con V: 1/8 de segundo, f: 3.9 con ISO 400.




Por último capto el registro de las luces de los autos cuando éstaos circundan por la esquina, registrándola con V: 15 segundos, F: 3.8 con ISO 80.

Como podrán ver la humedad del ambiente no afectó a la cámara, mientras yo sigo con mi tratamiento para el resfrió... ¿"porque será no"?

lunes, 26 de abril de 2010

Concursos fotográficos

Lo que uno debe buscar en un concurso fotográfico, sea este a nivel local, regional, nacional o internacional, es la oportunidad de someter el concepto de toma fotográfico personal, por un proceso de evaluación amparado por el criterio unánime de los jueces asignados, respaldado por lo estipulado en las bases del certamen.

“No hay que esperar que aparezcan futuras bases de la convocatoria, para recién desarrollarlo fotográficamente”… es en el quehacer cotidiano, donde se busca posibles opciones de tomas que reúnan todos los requisitos necesarios para poder participar en los próximos certámenes fotográficos, donde se pueda ir explorando nuevos puntos de vista que contribuyan a mejorar el concepto del encuadre, de la composición y el lenguaje intrínseco para conseguir el impacto visual deseado.

No suele dar buen resultado el desarrollo temático de una convocatoria durante el tiempo previsto para la entrega de los trabajos.

En ello uno somete su trabajo para que sea cotejado de igual a igual con los trabajos de los demás participantes por la autoridad de los jueces en cumplimiento con lo estipulado en las bases.

La lectura del contenido de la imagen en la foto deberá ser clara y directa en relación a su composición, su encuadre con lo solicitado.

Ser muy crítico con el tratamiento de la idea desarrollada en la imagen. Preguntarse si esta, es legible, es leíble y entendible, para poder sentir la fuerza en su mensaje y llegar al convencimiento del jurado en otorgarle el premio y lugar que se merece.

Tener el entendimiento y el cuidado que se le dé a las especificaciones de las dimensiones solicitadas, ya que si éstas no son las indicadas, serán observadas y retiradas del concurso sin lugar a reclamo.

Celebración Religiosa

Durante las celebraciones religiosas hay que capturar el momento preciso para poder intervenir y perennizar ese momento el cual no dejaré pasar.


Dentro de la solemnidad durante el rito religioso debo saber captar la atmósfera de misticismo y recogimiento espiritual, que se vive en el instante.


La diferencia entre una foto periodística y una buena foto, simplemente radica en saber tomar el momento central de la ceremonia que transmite todo el espíritu de ella, sobre todo cuando el celebrante durante su prédica toca el sentir de las fibras más puras de sus feligreses y que uno deberá estar listo para obturar la cámara y plasmar la imagen.

Resulta difícil captar la naturalidad de la escena, sin hacer notoria mi presencia al desplazarme por los ambientes con la sutileza del caso tratando de encontrar el punto ideal de la toma.


La lectura de los pasajes bíblicos ofrece la oportunidad de concebir alternativas de encuadres que no he de desperdiciar, tanto cuando el celebrante se dirija de pie o desde su asiento a la concurrencia.

Es en el momento de la consagración, ya ubicado en el punto elegido, que compongo mi encuadre con los elementos que he de destacar.


Y así quedo satisfecho con el resultado obtenido para dicha comisión.